si no otorgas.

Deja de callar sin otorgar y desmenuza los enigmas que te envuelven, solamente una máscara de tu cuerpo transparente. Tápame los ojos para no verte. Escúchame en medio de esta nada para que no me toques el corazón con tus retahílas versificadas, poemas con dosis de veneno si caigo en las redes de tu lengua de serpiente. Y no me engañes. No me vuelvas a llevar hacia lo más alto en el delirio de un sueño donde recreamos un encuentro inesperado entre nuestros "ellos", cargados de libido, si después me sueltas, y he de resentir las heridas tras rodar cuesta abajo. Ni a calentarme los labios si me devuelves el beso atestado de alfileres. Aléjate, y vuelve a cerrar la puerta del olvido. Háblame de por qué haces esto y luego, sollozas rogándome un hasta luego.